La Fuente de la Juventud

Buenas queridos lectores, sigo realizando mis análisis y paso aquí a dejarles una nueva reflexión.

Quiero profundizar un poco más en éste fenómeno de querer mantenerse artificialmente joven. El punto de éste posteo es que está tan arraigada en la sociedad esta tendencia y creencia de parecer joven para no ser excluido, que el paso de los años no sólo ha querido borrarse de la apariencia, sino que también ha tratado de borrarse de la conciencia.

Los adultos no sólo se esfuerzan por tener el aspecto físico de un joven de veintitantos, sino que también se dedican a imitar su estilo de vida. Cada vez hay más boliches para gente grande, hubo una proliferación de los llamados “after office” para salir también en la semana. La antes llamada “ropa de señoras” murió en otra generación, ahora las mujeres de 60 no sólo consiguen el cuerpo de las de 20, sino que también compran la misma ropa. En este mundo donde lo único que importa es la apariencia, ya no es importante diferenciarse de los demás siendo original, sino mezclarse entre la masa vistiéndose, peinándose y comportándose todos de igual manera. Esto genera una perdida de la identidad.

Es una generación de adultos aniñados que se dedican a entretenerse tanto o más que los jóvenes. Aplican esa tendencia infantil de procurarse satisfacciones continuas y urgentes. Al estar entretenidos, pierden y se desprenden de la noción del tiempo y de su paso. Se comportan como jóvenes, para convertirse totalmente en esa figura que intentan imitar, sin dejar de ser un doble.

Hay una sobrevaloración de la juventud, díganme hace cuanto que no escuchan a algún adulto orgulloso por representar “la voz de la experiencia”. De esa experiencia que se gana por el paso de los años y en el transcurso de la vida. ¿No es irracional esta creencia de que mantenerse joven los hará inmortales?

Saludos, Maju

Pendevieja en acción!

Navegando por la web me encontré con este video que muestra la viva imagen de la obsesión por mantenerse jóven.

Graciela Alfano, con casi 55 años y tapando apenas su cuerpo, brinda en medio de un recital para adolescentes un show digno de una jóven de no más de 20 y tantos años...



Saludos, Maju

La pasión que nos autoconsume

Hola a todos, ¿Cómo están?

Yo arrancando un nuevo posteo… Esta vez el tema del que voy a hablarles es “la pasión que se autoconsume”.

Para que puedan comprender mejor y sea más ameno, voy a contarles la historia de un personaje, al que llamaré “M”.

“M” es una señora de unos 50 años. Es de esas señoras que están informadas sobre todo lo último en belleza y moda, es más, podría decir que está un tanto obsesionada con este tema. Compra todas las revistas de actualidad para estar informada sobre las últimas cremas, sobre los ejercicios más innovadores, sobre dietas, pastillas, cirugías, etc. “M” vio en la tele que cierta modelo, con curvas perfectas, se había inyectado cierto producto en la cola y le había quedado genial. Así que allá se fue “M” a inyectarse lo mismo y salir con esa cola que había visto en televisión.

Pero volviendo del médico, “M” se compró una revista… llegó a su casa y leyó que esa famosa que tiene su edad se atendió con el médico “Fulanito de Tal” y le hizo determinada cosa en la cara y ahora parece de 30. “M” ya no se acuerda de su nueva cola, porque está yendo al consultorio de “Fulanito de Tal” a lograr parecer de 30.

Ya nada es suficiente… deseamos algo, pero este deseo muere apenas consumado. Este fenómeno de la pasión que se autoconsume tiene que ver con algo que llaman “el motor de moda” y tiene relación directa con la mercadotecnia y con esa sobrecarga de información de la que hable algunos posteos atrás. La publicidad y los medios de comunicación manipulan el pensamiento de las personas haciendo que éstas se sientan insatisfechas con lo que tienen, nos ofrecen cosas y cuando logramos obtenerlas, aparece algo mejor… y, por supuesto, lo queremos. También nos sentimos insatisfechos con nuestro propio aspecto físico al ver los modelos de hombre o mujer que nos imponen. Estos están alejados de la realidad de cualquier persona normal y para alcanzarlo debemos cambiar nuestro propio exterior, ya que de esta forma no sentimos renovados y pensamos que “aumentamos” nuestro valor en la sociedad.

Desde mi punto de vista y luego de ver casos concretos, creo que por más cambios que se haga una persona, nunca estará del todo conforme y nunca alcanzarán la felicidad que supuestamente conlleva ser bello, admirado y joven.

Les dejo ejemplos de famosos de Hollywood que no se conformaron con un simple retoque en sus rostros, quieren más y más...
















Saludos, Maju